El p�jaro
Octavio Paz
En el silencio transparente
el d�a reposaba:
la transparencia del espacio
era la transparencia del silencio.
La inm�vil luz del cielo sosegaba
el crecimiento de las yerbas.
Los bichos de la tierra, entre las piedras,
bajo la luz id�ntica, eran piedras.
El tiempo en el minuto se saciaba.
En la quietud absorta
se consumaba el mediod�a.
Y un p�jaro cant�, delgada flecha.
Pecho de plata herido vibr� el cielo,
se movieron las hojas,
las yerbas despertaron...
Y sent� que la muerte era una flecha
que no se sabe qui�n dispara
y en un abrir los ojos nos morimos.
11 May 2003
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment